Mar es una adolecente apasionada y apasionante. Muy
activa, muy despistada, muy enérgica y lanzada... De hecho, demasiado.
Tanto que le lleva a meterse en problemas continuamente. A chocarse con
la realidad. Y no lo puede evitar. No puede pararlo. Se pasa con todo y
no sabe qué le pasa... Y está harta. Ahora tiene que empezar a afrontar
los problemas de la edad adulta, donde ya no se consienten ciertas
conductas...
No es habitual encontrar personas que presenten todos y
cada uno de los síntomas del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e
Hiperactividad), como en este caso. Sin embargo, seguir las peripecias
de este personaje tan extremo y ponernos en su piel, nos puede hacer
comprender que a veces no todo tiene una explicación tan sencilla como
creíamos y que ni culpar ni culparse es la solución.
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